En el año 2013 estuve en esta ciudad por motivos laborales y me llevé una muy buena impresión sobre su gente y su forma de organizar las cosas, y pensé que estaría muy bien correr aquí. Así que mi idea era participar en esta media maratón el año pasado en su primera edición, a la cual no pude asistir finalmente por motivos de salud.
Todos los comentarios que escuché sobre la primera edición fueron favorables, así que este año no me la quería perder.
Organización:
La organización ha sido excelente, sobre todo a nivel humano. Se pueden cometer errores, cosa comprensible tratándose tan sólo de la segunda edición y que seguro irán subsanando conforme vayan cogiendo experiencia. Pero lo que queda claro desde el principio es lo volcado e involucrado que está todo el mundo, tanto organizadores como voluntarios e incluso el público en las calles. Todo el mundo es muy amable y están muy atentos a que todo salga bien.
La salida y meta se encuentran en el polideportivo, instalaciones nuevas, muy amplias y completas, con aparcamiento habilitado. La entrega de dorsales y bolsa del corredor es fluida. Además a los atletas locales se les hizo entrega de éste en los días anteriores, por lo que así se consiguió agilizar aún más esta labor.
Entrega de dorsales y bolsa del corredor
Una vez recogido el dorsal puedes moverte por las instalaciones del polideportivo libremente hasta el comienzo de la prueba. Puedes acceder a los vestuarios para cambiarte, soltar el macuto en el guardarropa y calentar en el campo de césped.
Creo que es la carrera con más puntos de avituallamiento que haya visto nunca, contando con botellas de agua en todos ellos, gajos de naranja en algunos, e incluso agua fría en vasos pequeños al paso por McDonald.
Muchos voluntarios tanto a pie como en bicicleta para indicar el camino y animando en todo momento, y uniformados con la camiseta de la prueba y gorra, cosa que da muy buena imagen y facilita saber hacia quien tienes que dirigirte. La llegada a meta de nuevo en la pista de atletismo está bastante ambientada, con megafonía y público animando tanto en las gradas como en las inmediaciones.
La entrega de premios y trofeos no se demoró mucho y se creó un ambiente muy bueno con música y los voluntarios haciendo un pasillo y animando a los ganadores.
Entrega de trofeos
Hubo tanto trofeos para todas las categorías como premios en metálico bastante cuantiosos y en forma de bonos de circuitos de SPA, así como premios especiales por su coincidencia con el día de la mujer, todos ellos patrocinados por los colaboradores locales y grandes empresas como McDonald, Carrefour y Milar entre otras. Últimamente es difícil encontrar una carrera con este nivel de premios, y aquí queda reflejado el nivel de compromiso de toda la ciudad con el evento.
El recorrido es sin duda lo más característico de esta carrera, y es que más que una media maratón parecía un cross urbano. Excepto en contadas ocasiones como en el paso por la vía verde y en los kilómetros finales donde se corre por las carreteras de la periferia de la ciudad, el resto del recorrido es sinuoso y con constantes curvas y cambios, además de cuestas con bastante desnivel. Pero sin duda lo más original es pasar por dentro, literalmente hablando, del palacio Condes Santa Ana, por el patio central y bajando unas escaleras, cruzar el patio de armas del Castillo del Moral con músicos tocando, por el aparcamiento y la pista central del pabellón de deportes, por el albero de la plaza de toros saliendo por la puerta grande, por el auditorio con una banda tocando música, por el césped del campo de fútbol, y para rematar la faena, por el McAuto del McDonald y por el interior del Carrefour, pasando enfrente de la zona de cajas.
Patio de armas del Castillo del Moral
Plaza de toros
Auditorio
El recorrido hace que esta carrera sea bastante original, entretenida y divertida si la corres por ocio sin pretensiones de hacer marca, pero la verdad es que para correr rápido es un auténtico suplicio. Si aumentan el número de participantes imagino que tendrán que cambiarlo ya que veo difícil el paso por algunas zonas con más aglomeración de gente.
El único fallo que yo vi fue un poco de descontrol a la hora de seguir el recorrido. Aunque había multitud de voluntarios, tanto a pie como en bicicleta, así como flechas pintadas en el suelo, en alguna ocasión íbamos con miedo a perdernos del camino. El recorrido es demasiado sinuoso, sobre todo en el paso por el centro de la ciudad y a las bicicletas les resulta complicado seguirnos sin estorbar, además no pueden acceder a algunas zonas como dentro del palacio.
Carrera:
Este año ha subido el nivel de corredores, cosa que veo normal debido al nivel de los premios. El año pasado no hubo tanto nivel, y pienso que es debido a que era la primera edición, la carrera todavía no era muy conocida, y a que coincidió con la Media Maratón de Málaga. Ya en una noticia en Internet vi que asistían Mounir Elouardi, José Antonio Montero, Ibrahim Boualla y Pedro Wals, atletas ya conocidos por mi, así como los atletas locales y hermanos Álvaro y Diego De La Fuente, éste último campeón del año pasado. En los instantes previos a la salida los veo a todos ellos y se confirma su asistencia.
Se da la salida recorriendo la pista de atletismo y las instalaciones del pabellón, y justo al salir de éste, Elouardi y Montero empiezan a marcar distancia con el grupo perseguidor en el que me encuentro con Pedro Wals, Boualla, Cristóbal (atleta local) y Sabariego (atleta del Bikila Granada).
Saliendo de la pista de atletismo
Los primeros kilómetros son sencillos y con tendencia de desnivel favorable. Soy consciente de que todo esto que estamos bajando lo vamos a tener que subir después. Al mirar el perfil de la altimetría en su página web, vi que era sobre todo entre los kilómetros 14 al 18 donde la prueba se pone realmente dura, por lo que había que guardar algo de fuerzas para esta parte.
Kilómetro 3 antes de entrar en la zona céntrica
A partir del kilómetro tres y medio hasta el seis, se pasa por el centro de la ciudad y el circuito se vuelve muy sinuoso y con constantes giros, a lo que hay que sumar que se pasa por dentro del museo, del castillo y del pabellón de deportes. En esta zona tenemos sensación de no saber muy bien hacia donde tirar. Las bicicletas lo tienen complicado para ir delante nuestra y no estorbarnos en los giros, por lo que se quedan detrás nuestra, y es Cristóbal, el atleta local el que se ofrece a guiarnos por esta zona para no perdernos.
Kilómetro 4 antes de entrar en el museo Palacio Condes Santa Ana
Una vez pasado el kilómetro seis, pasando por el aparcamiento y por la pista del pabellón de deportes, el recorrido se pasa a la periferia de la ciudad y es un poco más cómodo, con el recorrido más recto. Aquí las cosas ya empiezan a estabilizarse y Pedro empieza a marcar un poco de distancia en el tramo de la vía verde. Boualla parece tener algún problema, empieza a perder ritmo y acaba retirándose. Sobre el kilómetro nueve salimos de la vía verde y pasamos por el auditorio, donde había una banda tocando música, y por el albero de la plaza de toros, entrando por la puerta de cuadrillas y saliendo por la puerta grande, para volver de nuevo a la vía verde. Por esta zona Pedro acaba de marcar una distancia suficiente para no poder volver a cogerlo y voy rodando con Sabariego del Bikila.
Sobre el kilómetro 13, salimos de la vía verde y pasamos por dentro del Carrefour, entrando por una puerta automática y saliendo por la otra, y pasando por la zona de cajas, con un suelo bastante resbaladizo. Pasamos por el McAuto del McDonald que estaba regado y también bastante resbaladizo. Y por último por el campo de fútbol por el césped, terreno bastante blando y donde resulta difícil que no te decaiga el ritmo.
Estamos en el kilómetro catorce y soy consciente de que ahora viene lo duro, pero tengo la sensación de no haber parado de subir y bajar cuestas durante todo el recorrido. Sabariego también empieza a escaparse y ya empiezo a ver que es posible que me cojan los que vienen detrás.
A partir de aquí empiezan una sucesión de subidas bastante importantes, algunas largas con menos inclinación, y otras más cortas pero con una inclinación tremenda. En este tramo me da alcance el atleta local Álvaro De La Fuente, que acabaría por adelantar también a Sabariego y a Pedro. Hizo una carrera muy inteligente, reservándose al principio para darlo todo en la parte más difícil del final, y pasando de ir en el tercer grupo, a quedar tercero de la general.
Kilómetro 16 saliendo del parque
En los dos últimos kilómetros me limito a aguantar el ritmo manteniendo las distancias tanto con el que va delante, Sabariego, como con el que viene por detrás, Diego De La Fuente, Campeón del año pasado. El recorrido hasta llegar a la pista de atletismo sigue con una sucesión de cuestas arriba y abajo, y si las subidas son duras, más lo son las bajadas, especialmente dos de ellas muy empinadas, tanto que no puedo evitar dar zapatazos y pensar en mi resentido pie izquierdo.
Al llegar a las inmediaciones de la pista de atletismo todavía no me fío mucho y pienso que lo mismo nos pueden hacer trepar por una valla, arrastrarnos, o superar algún obstáculo como en las carreras tipo Xtreme Running antes de poder rebasar la meta.
Finalmente sexto de la general y segundo de mi categoría Senior B, con un tiempo de 1:12:12, un resultado bastante bueno para mi teniendo en cuenta el recorrido y las circunstancias. La verdad es que esperaba tener más problemas con mi pie, y me sorprendió que durante todo el recorrido no me molestara, teniendo en cuenta que iba con las zapatillas de competición de suela fina, y consciente de que estoy saliendo a entrenar todos los días con dolor con las zapatillas de entrenamiento más cómodas.
La carrera ha cumplido con las expectativas y se queda apuntada para el año que viene y como carrera para recomendar.
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